Un momento, una escultura
Este momento de confinamiento obligado, de temor a enfermar, de pérdida de derechos básicos…, viene acompañado de efectos colaterales como la convivencia obligada y persistente con uno mismo y, en algunos casos, con los seres más queridos.
Esta convivencia refuerza y matiza las relaciones familiares y manifiesta de manera más clara y sincera actitudes y sentimientos como el amor, los celos, la admiración, el liderazgo, la fortaleza, la protección, la cercanía …, fortaleciendo el grupo más reducido e importante de nuestra sociedad: la FAMILIA.
Esta intuitiva y sencilla reflexión es la que quise representar con la escultura homónima que creé hace unos años, fruto del encargo de un audaz coleccionista el cual se convirtió mas tarde en gran amigo.
La escultura FAMILIA es un retrato en un momento concreto de los siete miembros que la forman; está compuesta por el mismo número de piezas con una geometría muy sencilla, toda ortogonal, idéntico espesor y casi del mismo tamaño, las cuales por su dimensión, disposición y relación entre ellas representan estas actitudes y sentimientos.
Las piezas se abrazan, se apoyan, se acompañan, se respetan, se tocan, se separan, se diferencian pero formando una sólida figura…, un retrato de familia. Qué bello y duro poder aprovechar estos momentos!