ARTWORK IN PROGRESS
Pocas cosas encuentro más ordenadas que el agua dentro de un recipiente, de un vaso o una piscina; se amansa sola, busca una posición sencilla, empleando la mínima energía, buscando el camino mas corto con el mínimo esfuerzo, poca tensión, mucha serenidad, calma, orden, quietud, silencio.
Que fácil es dibujar ese agua: una línea horizontal, recta, infinita, sencilla y única.
Al mismo tiempo, nada es mas caótico que cuando ese agua está en movimiento: el mar, un río, una cascada, una ola, la lluvia, una nevada…, muchas gotas de agua moviéndose caóticamente, sin descanso y con mucha energía.
Junto a este caos, siempre he percibido, o he querido percibir, un ritmo, una cadencia, unas reglas sencillas que rigen ese movimiento tan misterioso y que relaciona cada gota con su vecina, y estas con el resto.
El ejercicio que estoy desarrollando busca esas reglas a través de la geometría y del dibujo; hago uso de la espiral logarítmica, de la proporción aúrea, las homotecias, las traslaciones y los giros…, y los resultados son imprevisibles y atractivos, aparentemente erráticos pero ordenados. Polígonos regulares de diferentes tamaños y distinta orientación se van disponiendo en el plano ocupándolo todo de manera bella, armónica, equilibrada y natural, y cada ejercicio resulta una composición alternativa.